¿Recuerdan la aventura de Román de León en el fútbol inglés?

Román de León probó en el campeón inglés, Nottingham Forest en 1978

Román de León García, nació en Arrecife el 20 de noviembre de 1959 y fallece a los 39 años de edad. Comienza a jugar al fútbol en el CD Arrecife en categoría infantil. Su primer técnico fue otro de los clásicos de nuestro fútbol insular Leandro “El Porrón”. Entre sus mejores recuerdos de aquella época está su primer reconocimiento deportivo, una placa del CD Arrecife como premio a la deportividad. Coincidió en el Arrecife con su hermano Manolo que jugaba de portero.

Aquel joven espigado de casi 1,90 de altura, continuó su trayectoria en el Arrecife en categoría juvenil de la mano de “Pacuco” Betancort en un equipo en el que subían de infantiles entre otros compañeros : Pablo, Rafael, Tomás, Paco, Domingo, Juan Ramón, Juan Carmelo, Mamé, Cornelio, Diego, Colás, Tino, Kakín, Francis, Blas.. algunos de ellos como Adolfo, Tero, Erasmo, Javier Falero y Gabriel González “Pejerroba” llegarían a jugar en la UD Lanzarote.

Su última temporada en juveniles la pasa en la Selección de Lanzarote, que se formó con Carlos Quintana como entrenador para subir de categoría el fútbol juvenil lanzaroteño. Esa misma campaña es Román Cabrera quien le hace debutar en el primer equipo de la UD Lanzarote, donde se gana como titular el puesto de centrocampista..

Estos son algunos de los apuntes que Román dejó escritos en su ordenador el 22 de abril de 1999. Aquella tarde, le confesó a Rosi, su esposa, que al escribirlo notaba el olor de los bolsos de plástico que llevaba a los entrenamientos de entonces. Ella confiesa, que ha sido ese olor entremezclado del cariño y lo grato de su recuerdo, lo que la llevó a completar aquel relato que él inició.

Ayudándose de sus fotos, de sus amigos y de recortes de periódicos que tan celosamente guardaba, Rosi, continuó con ese relato que tantas emociones bonitas le proporcionó. “Lo que me mueve y quiero recordar, es su vida y cualidades como deportista, pero, sobre todo como persona”.

El debut de Román en la UD Lanzarote, según cuenta su esposa, “Supuso para Román una gran alegría, alegría mirada como satisfacción personal, alegría sin vítores ni orgullos, alegría de responsabilidad porque empezaba a jugar con el equipo que representaba a su Isla y al que todo jugador aspiraba a formar parte”.

Comienza una nueva etapa para Román. Encuentra nuevos compañeros, inicia nuevas experiencias pero sin desligarse de sus primeros amigos ni de su querido CD Arrecife. Siempre recordaba sus entrenamientos con Leandro, se sentía querido y valorado como persona. Estaba con sus amigo y además, jugaba al fútbol. ¿Qué más se podía pedir?. Para él era lo más importante. Formaban un verdadero equipo dentro y fuera del terreno de juego. Jugaba con gusto, con cariño y entrega, pero… ¡nunca se quedaba con el resultado¡. Cuando le preguntaba cómo había quedado el partido, siempre contestaba; “Ganamos o perdimos, pero no sé por cuantos”. No importa, le contestaba yo, “ya le preguntaremos a Tero”.

De su juego en la UD Lanzarote, recuerda Rosi, su serenidad, su plante a la hora de parar el balón con el pecho, pero sobre todo, su capacidad para rematar de cabeza y buscar el gol. “Corría el mes de mayo de 1978, contra el Santa Brígida en Gran Canaria la UD Lanzarote se estaba jugando el campeonato de Liga y la vuelta a la 1ª Preferente. Era mi época de estudiante y, como otros muchos estudiantes conejeros, nos encontrábamos allí para ver a nuestro equipo. No habían gradas en el estadio, así que, sentados en el suelo, sobre la hierba, vibrábamos con las incidencias del partido, ante una jugada desacertada de Román que nos hizo poner en vilo, pero él mismo, sin amilanarse, supo enmendar su error y proporcionarnos la victoria.

“Fue una jornada feliz y recordarla también ha sido volver a saborear los valores de nuestra juventud entremezclado con el sabor amargo de la nostalgia por la realidad vivida”.

Sigue relatando Rosi con emoción, que: “Esos partidos ante el Santa Brígida contaron con un espectador de excepción, Peter Taylor. Este señor era entrenador del Nottingham Forest FC, equipo que por aquel entonces disfrutaba del título de campeón de la 1ª División de la Liga Inglesa, estaba de vacaciones en nuestra Isla, y se fijó en la capacidad rematadora de Román, por lo que antes de regresar a su país, quiso hablar con él. Peter Taylor dijo de Román: Tiene unas condiciones excepcionales y creo firmemente que en tres años podría convertirlo en un gran jugador”.

El Diario La Provincia del 30 de mayo de 1978 dice: El Lanzarote vuelve a Primera Preferente con el título de campeón de Primera Regional. Primer gol de Arrocha mediante pase de Falero. Segundo gol en un saque de esquina que lanza Rafael Gil y Román viniendo desde atrás, incrusta el balón en la red de bonito cabezazo.

“Se inician los preparativos para su marcha a Inglaterra. La espera fue difícil para Román, no porque estaba desesperado por marcharse sino que pesaba en él la gran fuerza de la distancia. Para él, que jugar al fútbol significaba la alegría de estar con sus amigos, ahora veía que su camino iba tomando otras riendas. Muchas noches pasadas sin dormir dejaron tras de sí estas reflexiones”.

Confesó Román, que “quizás no es normal, pero la verdad es que no estoy tan contento como lo estaría otro en mi lugar… Creo que si tengo ilusión en ser jugador de fútbol es porque ese señor me lo dijo y creo que entiende bastante”.

Y así, con estos pensamientos, aquel chico, de 18 años, cogió su mochila y se fue hacia un mundo desconocido para él. Allí estuvo tres meses, no le fueron mal las cosas y algún “golillo” metió, pero la brusquedad exigida en el fútbol inglés chocó con la nobleza del lanzaroteño y eso no se podía perdonar, así que el 6 de diciembre de 1978, Román preparaba de nuevo su mochila y en el Copfhorne Hotel de Londres dejaba sus últimas reflexiones. “Bueno, mis días en Londres acabaron justamente hoy ya que mañana parto para Lanzarote. Cuando llegué a aquí lo hice contento y hoy que me marcho lo estoy más, para mí ha sido como un suelo del que despertaré cuando esté en Lanzarote”.

Durante su periplo en Inglaterra a prueba en el campeón de Liga, Román vivió la experiencia de compartir Club con tres de los jugadores que participaron en el Mundial de Argentina 1978 con la Selección de Escocia, Archie Gemmill, Kenny Burns y Tony Woodcock.

Después de su “aventura inglesa”, como él la llamaba, Román volvió a Lanzarote. Fue nombrado “Deportista Destacado de la Temporada 1978-79” . Las Palmas Atlético se fijó en él, pero su inminente ingreso en el cuartel impidió su incorporación. Estando en Carabanchel, también recibió una propuesta para jugar, pero siempre su espíritu de independencia, de no estar ligado a nada que le impidiera estar con los suyos en los términos que el cuartel le permitía, le hizo desestimar la propuesta.

Tras su experiencia futbolística, Román ingresa en La Policía Local de Teguise, centrando su actividad deportiva en la participación en pentatlón logrando un campeonato nacional en Murcia, el primer puesto en longitud en Toledo, segundo en Madrid, segundo en la general en Barcelona y segundo en peso en Mallorca. Hasta hace dos temporadas la Policía Local de Teguise le recordaba cada año con el Memorial Román de León para policías y bomberos de toda España que se celebraba en Lanzarote.

Román fallece a los 39 años de edad, casado con Rosi Medina son padres de Omayra, a las que agradecemos su colaboración para la realización de este reportaje y su cuidada labor por conservar la historia de uno de nuestros recordados deportistas.

Historial

1972 CD Arrecife - inafantil
1975 Premio a la Deportividad del CD Arrecife
1977 Campeón con el CD Arrecife del Torneo de San Bartolomé
1978 Copa Federación en La Laguna, Tenerife con la UD Lanzarote
1978 Campeón de Liga y ascenso a Preferente con la UD Lanzarote
1978 Campeón Torneo San Ginés – UD Lanzarote
1978 Nottingham Forest FC
1978-79 Premio Deportista Destacado de Lanzarote Temporada 1978-79
1982 Hasta su retirada juega en el CD Arrecife y UD Lanzarote.