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Australia detiene a Djokovic

El ministro de Inmigración, Alex Hawke, apela a la salud y el orden público en la toma de su decisión 

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  • Novak Djokovic, cuyo visado fue anulado por segunda vez el viernes, fue detenido y transferido este sábado al The Park Hotel Melbourne, un hotel que realmente sirve como centro de detención de inmigrantes en Melbourne tras reunirse con los abogados que le representan.

    El número 1 del mundo llegó al Hotel Park, donde ya pasó recluido del día 6 cuando se le anuló el permiso de entrada por primera vez hasta este lunes, vistiendo un chándal verde y una mascarilla FFP2. Djokovic tenía permiso para reunirse esta mañana con los abogados que le representan y tratar los argumentos con los que buscan apelar la decisión tomada ayer por el ministro de Inmigración australiano, Alex Hawke, que decidió revocar el permiso de entrada de Djokovic.

    Así fue la detención de Djokovic

    Alrededor de las 14:45 hora local (03:45 GMT, del viernes) dos vehículos salieron de la oficina de los abogados, y en uno de ellos viajaba un hombre vestido con ropa verde y que se tapaba la cara y orejas con una gorra ante la presencia de los medios. Menos de una hora después, los medios locales captaron la entrada de Djokovic al hotel utilizado por Inmigración. Según la orden judicial emitida anoche por el Tribunal del Circuito Federal de Melbourne -que transfirió el caso a un tribunal de mayor instancia- Djokovic, de 34 años, podría ser detenido a la conclusión de su cita con los letrados y así fue.

    Segundo set para Australia. El serbio ha perdido, de momento, el pulso con el Gobierno australiano, que se ha alargado los últimos ocho días, y no podrá defender su título en el primer 'Grand Slam' a partir de este próximo lunes 17 de enero.

    Alex Hawke, el ministro de Inmigración del país, ha encontrado pruebas suficientes para deportar al mejor tenista del planeta, que cruzó la frontera gracias a una exención médica tramitada por Tennis Australia apoyada en un test positivo de coronavirus del día 16 de diciembre en Belgrado.

    "Se le retira el visado por motivos de salud y orden público", se lee en el comunicado que implica una segunda orden de deportación para el campeón de 20 grandes.

    La presión popular ha sido clave ya que en las encuestas el 83 por ciento de la ciudadanía expresaba su deseo de que Novak fuera expulsado del país por no haberse vacunado. Y es año electoral en Australia y los gobernantes no querían un referéndum en la grada en cada uno de sus partidos.

    Historia del Caso Djokovic en Australia

    La pesadilla de Novak Djokovic en las antípodas continúa y continuará porque está dispuesto a seguir luchando en los tribunales. Toda la historia del caso Djokovic empieza el 30 de diciembre, fecha en la que le fue notificada la confirmación, por parte de la organización del primer grande, de que había recibido una exención médica para viajar y jugar.

    El tenista, que pasó el fin de año en su residencia de Marbella junto a su mujer y sus dos hijos, se desplazó a la Costa del Sol el 28 de diciembre una vez superado el Covid.

    Ya había resultado contagiado hace dos años durante el Adria Tour, una serie de exhibiciones organizadas por él mismo en diferentes puntos de los Balcanes.

    Estuvo entrenando en la pista de su residencia y también en el Club de Tenis Puente Romano, donde trabaja su hermano Marko y su coach mental Pepe Imaz, hasta tener el visto bueno para tomar un vuelo con dirección a Melbourne.

    Djokovic anunció que tenía una exención médica para volar a la capital de Victoria el 4 de enero. Un viaje con escala que se alargó 20 horas y en el que fue ajeno a toda la polémica que suscitó entre la ciudadanía australiana su entrada en el país sin la vacuna.

     

    Todos los medios locales se hacían eco de que el número uno mundial podía cruzar la frontera sin vacuna cuando muchas familias se habían quedado sin ver a sus seres queridos durante los dos últimos años. Las encuestas reflejan el sentir popular: el 80 por ciento de ciudadanos le quieren de vuelta a casa.

    El revuelo provocó que los políticos australianos, secundados por un comité independiente de expertos, pasaran de aprobar la llegada de Nole a mirar qué trabas podían argumentar para dejarle retenido y sin visado. Eso es exactamente lo que pasó.

    El campeón de 20 grandes aterrizó la noche del miércoles 5 de enero en el aeropuerto Tullamarine de Melbourne, alrededor de las 23.30 horas, acompañado por el croata Goran Ivanisevic, uno de sus dos entrenadores, el preparador físico italiano, Marco Panichi, y el fisioterapeuta argentino Ulisés Badio.

    Su sorpresa fue cuando fue invitado a entrar en una habitación, solo, custodiado por dos policías de uniforme, y sin la posibilidad de utilizar el teléfono móvil. En ese momento, el tenista entendió que le denegarían la visa, algo que sucedió tras una larga espera de ocho horas. En ese intervalo de tiempo, su padre Srdjan Djokovic montó en cólera ante las autoridades australianas y animó a sus compatriotas a salir a la calle en señal de protesta.

    La situación del jugador de Belgrado pasó a ser un asunto de Estado. Tomó las riendas el ministro serbio de Asuntos Exteriores, que pidió a su colega australiano la liberación inmediata de Nole. También presentó una protesta formal ante el embajador de Australia en Serbia, Daniel Emery, por el "trato indecente" que está recibiendo el tenista.

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