El papel del factor psicológico en el reto de España ante el Mundial 2019
La competición comenzó el pasado 31 de agosto con la victoria de España ante Túnez
Que el Mundial de baloncesto es uno de los eventos más importantes del año en el mundo del deporte no es ninguna sorpresa. Pero tampoco lo es el hecho de que, tanto para nuestra selección como para las demás, no todo va a basarse en la forma física, los planteamientos tácticos o el talento innato de los componentes del equipo.
Nuestros jugadores se enfrentan a un gran reto, una vez más. Y es que, aunque de España se espera, especialmente en los últimos años, un gran papel, las expectativas en este Mundial de baloncesto 2019 vuelven a ser muy elevadas. De hecho, nuestra selección se encuentra en el cuarto lugar del ranking de favoritas elaborado por la FIBA (en su llamado “Power Ranking”), por detrás de Serbia, considerada la favorita gracias al 11-0 de su fase de preparación, EEUU y Australia.
Esta presión es una de las razones por las cuales el componente psicológico va a ser decisivo a la hora de enfrentarse a este reto. Pero no es el único. La ausencia de Pau Gasol en la cancha puede implicar dudas en lo relativo al liderazgo del equipo. Recordemos que Pau no suma solo puntos y rebotes en los partidos; su capacidad para aportar confianza y empuje a sus compañeros ha estado detrás de muchos de los éxitos de este conjunto. Sin embargo, a pesar de no lucir la camiseta en esta ocasión, el mayor de los Gasol no se resigna a dejar solo al equipo, y hace pocos días sorprendió (en forma de vídeo) con un mensaje de ánimo para sus compañeros de cara a afrontar lo que tienen por delante.
Por otra parte, Ricky Rubio está asumiendo un nuevo papel en el equipo, con una actitud mucho más madura, con la ausencia de Pau. Y, por supuesto, la presencia de Marc Gasol y Rudy Fernández como capitanes con gran experiencia, tanto en partidos decisivos como en la selección, va a implicar el toque de veteranía y motivación que puede decantar la balanza hacia España en los momentos en los que nos jugamos el todo o el nada. La ausencia del catalán ante Rusia se pudo percibir notablemente.
Precisamente, estos dos jugadores son los únicos que quedan de aquel Mundial de Japón, hace ya 13 años. El cambio generacional es otro de los factores a tener en cuenta. Los jugadores llevan consigo el peso de dar continuidad a los éxitos de aquella generación de los Navarro, Garbajosa, Reyes y demás, que tantas satisfacciones nos dieron. El hecho de que los jugadores experimentados puedan ayudar a los más nuevos a saber competir y resistir dicha presión va a tener una importancia capital.
Estos capitanes se han conjurado con Scariolo y parecen tener claros los objetivos y la manera de trabajar la consciencia de equipo. No parece faltarle ambición a este combinado, que va a empezar fuerte y solo va a dar por bueno el hecho de ganar los tres partidos en esta primera fase y quedar primeros de grupo.
A este respecto, la consciencia de equipo, se deberá trabajar de forma profunda: antes, durante y después de los partidos. En este sentido, los estudios psicológicos realizados sobre este campo señalan la gran importancia de tratar el manejo de las frustraciones, la moral del equipo a nivel colectivo, el hecho de aceptar la incertidumbre o trabajar las habilidades sociales a la hora de comunicarse (especialmente en los momentos más decisivos y cargados de presión).
Dependiendo de cómo se trabajen estos aspectos, habrá una traducción en el rendimiento y resultados del equipo, puesto que todo ello afecta a la concentración, la atención, motivación, autocontrol, etc.
No es la primera vez que recalcamos la importancia de este enfoque, no solamente en el mundo del baloncesto, sino en el deporte en general; y lo cierto es que los equipos llevan ya varios años invirtiendo tiempo, dinero y esfuerzo en este campo, el de la psicología deportiva. No va ser menos relevante en esta ocasión, en la que nos encontramos ante el gran reto deportivo de este curso. Por tanto, solo nos queda animar y apoyar a nuestra selección y desear que podamos disfrutar de sus éxitos.
