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El CD Tahíche se adjudica el derbi para seguir creyendo

El triunfo del conjunto de Carmelo Hernández (2-1) en el derbi, mantiene viva la esperanza

  • Radio Marca
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  • No está siendo una campaña nada sencilla para el CD Tahíche en la División de Honor Juvenil. El equipo de Carmelo Hernández está sufriendo para sacar sus partidos adelante y este sábado llegaba un tren a alta velocidad, que era el último al que podía aferrarse el Tahíche. Una derrota hubiese sido definitiva para un equipo necesitado de puntos.

    El derbi comenzó como se esperaba; con más nervios que fútbol. Ninguno de los dos conjuntos tuvo la capacidad, o mejor dicho, la tranquilidad para bajar el cuero al verde y jugar. Demasiados pelotazos e imprecisiones en los primeros 45 minutos, hicieron que el choque llegase al descanso con cierto aire deslucido. Los chicos tomaron fuerzas y afrontaron con más vigor el segundo acto.

    El CD Tahíche, pese a tener el viento en contra, mejoró y poco a poco fue embotellando al Marítima, pero sin generar ocasiones claras de gol. El 1-0 llegó desde los once metros por mediación de Enrique, que cruzó seco y abajo el esférico con la zurda. Se ponía por delante el equipo de Carmelo que celebró el tanto sabedor de la importancia del mismo. 

    El Marítima estuvo desaparecido, pero la gente de arriba, tanto Santy como Torres siempre son jugadores peligrosos que pueden aparecer y cambiar el sigo de un choque con un chispazo. Roy puso el 2-0 con un disparo desde la derecha haciendo inerte la estirada del cancerbero de la Destila. 

    Basilio movió ficha e introdujo a Víctor como variante ofensiva. El Marítima aprovechó la envergadura del ariete para recortar distancias. El CD Tahíche rememoraba fantasmas del pasado cuando, precisamante en el derbi contra el Marítima, dejó escapar una renta de 0-2. Un disparo al palo del equipo de Basilio hizo tambalear los cimientos de la escuadra blanquiazul que sufriendo, sacó una victoria vital. Una victoria que sirve para seguir vivo. Una victoria que sirve... para seguir CREYENDO.

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