José León se suma a la despedida de Maykel con esta carta

El delegado Insular de la Escuela Canaria de Entrenadores quiso redactar estas palabras

Más de cuarenta años trabajando en la formación de jugadores de fútbol y entrenando desde niños a adultos, permiten tener a mano anécdotas y experiencias que relacionar con hechos y circunstancias actuales.

Ahora que se recibe una muy dolorosa noticia, se puede recuperar algo de ese pasado que ayude a mantener vivas las imágenes de una vida con el balón.

Imaginar qué pudo ser y no fue parece ingrato, pero traer a estas líneas algunas pinceladas tal vez ayude a mantener una sonrisa, entre cómplice y complaciente, de un muy bonito recuerdo.

Quizá aquellas ligas de benjamines que, como adelantado a su tiempo, disputaba usted en un campo de fútbol once, sin todavía haber cumplido la edad para jugar, no era más que una avanzadilla de la precocidad futbolera que atisbaba un “rabuja” chico del barrio de Valterra.

Uno, como espectador, no podía por menos que asombrarse de sus diabluras llevando la camisa blanca con la raya diagonal roja de otra añoranza que ahora asoma en una esquina del texto.

Elegido para representar a la isla ya como adolescente aventajado, era usted capaz de golpear el balón con la fuerza necesaria para que el entrenador valorase y sintiese la dureza del campo del Torrelavega, una mañana sabatina de finales de agosto.

Liderando a los juveniles de División de Honor, también usted era capaz de inclinar la balanza hacia el lado conejero con una jugada merecedora de televisión, cuando en Argana casi todos pensaban en el pitido final.

Pedía paso con las selecciones canarias y fue su impronta y desbordante alegría la que impactó en el corazón de uno de los mentores que allí tuvo, que reconocía hace muy pocos días que le saltaron las lágrimas.
A nuestro fútbol no le puede usted faltar y si no ha tenido tiempo suficiente para culminar algún proyecto, nosotros podemos ahora completarlo, porque hay capital humano disponible.

Domingo, sábado y viernes pasados han sido de general reconocimiento, pero el camino sigue y hay que andarlo con la misma valentía que siempre tuvo y que aquel famoso cuatro a cuatro del Estadio Municipal de Maspalomas atestigua para siempre.

Recibirle y alimentar el gusanillo de los lunes por la noche, para la liga insular de veteranos era un fichaje mediático y otorgaba la oportunidad de encontrar en el campo a compañeros y rivales con los que medir su juego limpio y su admirable caballerosidad.

Otro si digo, que ese reciente viaje con los amigos rojillos de pantalón azul es otra de las fotos que formarán parte de una historia que nace a principios del siglo XX y que tiene un sitio reservado para usted.

Ninguno de nosotros estará dispuesto a olvidar y por eso, cuando haya que poner ejemplos o modelos, vendrán la UD. Valterra, la Selecciones de Lanzarote, la UD. Lanzarote, la Selección Canaria Sub-16 y Sub-18, el Levante UD. y el CDO. Orientación Marítima, por citar solo a los que en estas líneas aquí están.

He querido mantener el recurso fonético de las letras iniciales por párrafo y, aunque no significa mucho para el texto, si ayuda a que todos los lectores puedan reconocer su nombre.

Repetir aquí a su familia y amigos frases hechas o usados protocolos, no representa la muestra del respeto y afecto que pretendo transmitir.

José León Hernández Vázquez

Delegado Insular Escuela Canaria de Entrenadores
Lanzarote