Jorge Flores; goles en Lanzarote, Valencia o un Mundial
Se formó en Lanzarote, compitió en Gran Canaria y en e Italia, actualmente se encuentra defendiendo los colores del Atlético Saguntino
La vida es eso que pasa mientras Jorgito sigue haciendo goles, esta frase define a Jorge Flores (Arrecife, 2000) como futbolista. Un delantero que ha crecido haciendo agujeros en las redes de todas las porterías de Lanzarote desde bien pequeño, cuando se inició en el mundo del fútbol en la escuela del Orientación Marítima bajo una inocente promesa: “el entrenador me dijo que si me portaba bien podría empezar con los niños de cuatro años (él tenía dos años y medio)”. Después de formarse en la isla conejera y competir en Gran Canaria o Italia, actualmente se encuentra defendiendo los colores del Atlético Saguntino, un histórico equipo de la Comunidad Valenciana que se encuentra esta campaña en la Tercera RFEF.
Primeros pasos y primera gran oportunidad
Durante el fútbol base, el nombre de Jorge siempre sobresalía entre los de su generación en el boca a boca de los niños, padres y entrenadores de la isla siempre que se hablaba de fútbol ya que destacaba por su enorme facilidad para el gol, algo que siempre le ha caracterizado. Además de ello, él mismo se define como “un jugador potente y rápido, pero, sobre todo, alguien que prioriza el equipo. Me esfuerzo y sacrifico por mis compañeros y lo doy todo en el campo”.
A pesar de llamar la atención desde pequeño, el joven arrecifeño recuerda dos momentos clave donde cayó en la cuenta del talento que atesoraba. Uno de ellos, es cuando comenzaron a llevarle convocado para competir con el equipo de edad superior a la suya y, sobre todo, el momento en el que Basilio Coco, entrenador del Juvenil División de Honor del Orientación Marítima y al que el propio Flores destaca que le debe muchísimo, le ofreció la oportunidad de realizar la pretemporada con el equipo de La Destila, todo ello cuando él se encontraba en edad cadete.
El delantero no desaprovechó la oportunidad y logró hacerse un hueco en la plantilla del juvenil rojillo, teniendo siempre un papel destacado en todas y cada una de las campañas disputadas y haciendo lo que mejor sabe: meter goles. Entre las tres temporadas que se enfundó la camiseta del Orientación Marítima en la máxima categoría nacional, superó la treintena de goles, convirtiéndose en uno de los mejores delanteros del archipiélago canario. “Fue un gran reto competir en la categoría más alta del fútbol formativo nacional contra jugadores 3 o 4 años más grandes y físicamente más desarrollados”, recuerda.
Selección de Honduras y Mundial Sub 17, una experiencia inolvidable
Todo ello le llevó a que lograse hacerse un nombre y le surgiese la gran oportunidad de su vida: la selección nacional de Honduras. En 2017, tras completar con éxito una de las temporadas con su club, el nacido en Lanzarote pero de padres hondureños, recibió la llamada de José Valladares, seleccionador del equipo sub 17 por aquel entonces, para participar en las concentraciones del combinado nacional de cara a la preparación del Mundial que tendría lugar en India.
Finalmente, Flores quedó entre los 23 elegidos para representar al país centroamericano. El delantero recuerda vivir las semanas de entrenamientos con tensión hasta recibir la ansiada llamada del técnico, “no lo supe hasta el último momento. Fue una alegría inmensa para todos cuando me lo dijeron. Recuerdo que toda mi familia estaba muy orgullosa”, rememora Jorge.
El lanzaroteño gozó durante la competición de un gran protagonismo al participar en todos los encuentros disputados, viéndose las caras con Japón, Nueva Caledonia, Francia y Brasil, y llegando a coincidir en el verde con jugadores de gran nivel, como Take Kubo, destacado jugador de la Real Sociedad en la actualidad. Sin duda alguna, experiencias que difícilmente podrá olvidar “desde el principio viví sensaciones que no me habían pasado nunca. Representar a un país y enfrentarte a los mejores del mundo en esa edad no se olvida”, comenta el internacional.
Sin embargo, esta no ha sido la única vivencia de Jorge Flores con “la Bicolor”. Tras el Mundial, el ariete ha estado también en la nómina del combinado sub 23, llegando a tener la posibilidad de participar en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. No obstante, una grave e inoportuna lesión de ligamento cruzado alejó al joven de la cita olímpica. Pese al duro golpe, Jorge no pierde la esperanza de volver al combinado hondureño, “llegar a la absoluta es algo que haría muy feliz a mi familia” destaca con motivación.
Primera experiencia fuera de casa
Las actuaciones del delantero conejero no pasaron desapercibidas para uno de los gigantes de Canarias, la UD Las Palmas. Tras varios años insistiendo, la cadena de filiales amarillas logró incorporar al internacional en sus filas para que formase parte del primer juvenil.
A pesar de tener que abandonar su isla, el jugador no tuvo se lo tuvo que pensar mucho para emprender un nuevo camino: “No tuve muchas dudas sobre ir al club. Si no es la mejor, es una de las mejores canteras de Canarias y de España. Una vez tocan tu puerta, es difícil decir que no”, señala Jorgito.
Al recordar su paso por la UD, donde logró hacerse con el título liguero de manera incontestable, Flores destaca el salto de calidad que supuso a todos los niveles: “La experiencia fue buena. Empiezas a cambiar de objetivos, vas a por cosas mayores y al estar en un equipo profesional, se te ofrecen más medios y te nutres más aún del profesionalismo que te rodea”, rememora.
Una de las claves para que llevase tan bien esta situación, fue que su familia se trasladó con él a Gran Canaria. Algo que ha sido siempre de esta manera desde que el atacante dio sus primeras patadas a un balón. Allá donde Jorge jugaba, su familia estaba presente, “el que me conoce sabe que mi mayor apoyo ha sido mi madre, me ha seguido a todos lados y ha hecho todo lo posible por verme crecer y cumplir mi sueño”, comenta.
Resiliencia y perseverancia, dos palabras grabadas a fuego
Pese a todo lo repasado sobre Jorge Flores, no todo ha sido fácil para “Lagarto” (como mejor lo conoce un servidor). Tras su paso por la UD Las Palmas, en su primer año como sénior, Jorge Flores se marchó en busca de minutos al Unión Viera, equipo que militaba en Tercera División y en el que sufrió la desgraciada lesión de ligamentos que hemos comentado anteriormente. En su retorno al verde, en la campaña siguiente, coincidió con el parón de la competición por el COVID - 19.
Tras ello, Flores pasó media temporada en la Liga Eccellenza de Italia (lo que equivaldría aquí a Tercera División) y dos años en el Arucas donde no gozó de la regularidad ni confianza necesaria para volver a disfrutar del fútbol como antes: “Al volver, tuve que tomarme mi tiempo para recuperarme física y mentalmente además de ganar confianza”, confiesa el delantero.
Por este motivo, decidió dar un paso atrás para volver más fuerte. El delantero recaló en la UD Teror, en Regional Preferente, lugar donde recuperó el ritmo y el nivel de fútbol que se le había visto antes. Además, tuvo un papel clave en el ascenso del club grancanario a Tercera División catorce años después.
De estos difíciles momentos, Jorge Flores supo quedarse con lo positivo de esta situación, “hoy en día soy quien soy gracias a esos momentos también. Aprendes a no rendirte y esforzarte el doble. Con esa filosofía me he quedado hasta ahora”, agrega Flores sobre su capacidad para llevar estos momentos difíciles.
Llegada a Valencia y actualidad
Tras asentarse de nuevo y recuperar el nivel habitual, a Jorge Flores le surgió la posibilidad de vivir una nueva experiencia. Los entrenadores conejeros, José Reyes y Nico Elías, convencieron al jugador para ingresar en las filas del Atlético Saguntino, equipo de la Comunidad Valenciana que a la fecha redactada marcha como segundo clasificado en el Grupo VI de Tercera RFEF. Eso sí, a un punto del líder con un partido menos. Finalmente y por motivos personales, ambos técnicos decidieron no continuar con el proyecto.
A pesar del gran ritmo al que marcha el conjunto saguntino, Jorge Flores quiere tomárselo con calma ya que esto es largo, “hemos arrancado muy bien, el equipo poco a poco se lo está creyendo y estamos trabajando en ello. Es un camino muy largo, pero queremos acabar lo más alto posible y por qué no, lograr el ascenso directo”, confiesa.
Por su parte, el delantero se muestra bastante contento con todo lo que está viviendo en Valencia: “Desde el primer día he estado como en casa. Estoy creciendo como futbolista y como persona”.
Al hablar sobre las principales diferencias entre la categoría valenciana y la canaria, Flores destaca la exigencia demandada en la competición peninsular: “Quizás en Canarias tenemos más calidad, pero en esta liga, todos los equipos te exigen un poquito más”, compara Jorge.
Marcharse de Lanzarote para... ¿no volver?
A pesar de llevar varios años fuera de la isla, Jorge Flores asegura que vuelve a ella cada vez que puede. Además, ante la posibilidad de regresar a Lanzarote para defender alguna de las camisetas de algún club conejero, el ariete no se cierra en banda: “En un futuro nunca se sabe, la isla es muy especial para mí y es una muy buena opción para vivir y jugar al fútbol”, concluye Jorge.