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Apnea deportiva: inmersión hacia los límites del organismo y la mente

Este fin de semana se disputará el Campeonato de España de Apnea Outdoor en Puerto del Carmen

  • www.saludmasdeporte.com
  • Miguel Lozano
  • Resulta extraño que exista una disciplina deportiva en la que no hay que respirar, pero ésa es justo la esencia de la apnea deportiva. El deportista se sumerge en el agua durante largos periodos de tiempo en los que interrumpe su respiración. En las distintas disciplinas, los apneístas compiten bien por permanecer el mayor tiempo posible bajo el agua en una posición estática, bien para cubrir la máxima distancia posible en piscina, o bien para descender la mayor cantidad de metros posible en el mar. El auge de este deporte ha provocado que en los últimos años las marcas de competición hayan evolucionado de forma extraordinaria.

    “Es un deporte para todo el mundo y se puede practicar a cualquier edad siempre que se tenga una buena salud”. Responde a la pregunta el apneísta Miguel Lozano, referente nacional en esta disciplina. Lozano fue doble subcampeón del mundo en dos de las tres disciplinas de profundidad (peso constante sin aletas e inmersión libre) en 2015.

    La preparación de los deportistas que practica apnea deportiva de élite es minuciosa. “La mayoría de los apneístas llevamos una vida muy saludable. Hay que seguir una dieta alcalina, que no sea ácida”. Este tipo de dietas priorizan los alimentos alcalinos, como las hortalizas, frente a las harinas y los azúcares, por ejemplo. “Además, debemos realizar estiramientos todo el día, hacer ejercicios de yoga y respiración para la flexibilidad diafragmática…”. Es fundamental tener un cuerpo fuerte pero a la vez definido. “Hay que profundizar en la adaptación fisiológica, aguantar mucho tiempo la respiración, la presión ambiental y luego la parte física: que los músculos sean eficientes y consuman lo menos posibles, que tengan potencia pero no estén muy desarrollados para que no haya un consumo mayor. El objetivo es ganar tolerancia a la falta de oxígeno y tolerancia fisiológica al exceso de CO2 que es lo que produce el cuerpo cuando aguantamos la respiración y lo que hace que tengamos muchas ganas de respirar”.

    La formación teórica es fundamental para los apneístas: “Nos ayuda a entender mejor todo lo que ocurre cuando estamos bajo el agua y a no poner en riesgo nuestra vida, cada vez con protocolos más definidos de seguridad. Con todos los componentes somos capaces de poder avanzar en seguridad y rendimiento aunque evidentemente sabemos a lo que nos enfrentamos. Siempre hay una parte innata del humano de supervivencia que activa las alarmas, pero el entrenamiento nos ayuda psicológicamente para poder avanzar y poner el cuerpo hasta cierto límite”.

    Al margen de las hazañas de figuras como Miguel Lozano, la apnea deportiva puede ser practicada por deportistas amateur: “La apnea tiene una connotación negativa porque se asocia a un deporte de riesgo, a aguantar la respiración… Pero todo el mundo ha aguantado la respiración en algún momento. Es incómodo pero a la vez muy natural ya que somos mamíferos”, explica Lozano.

    Para los apneístas principiantes, el entrenamiento se reduce en la parte técnica y mental: cómo moverse en el agua, descender de forma eficiente, aletear… A partir de aquí, el progreso pasa por la repetición, el autoconocimiento, y también la asimilación de la teoría específica y fisiología para crear una base psicológica que adapte al deportista de forma gradual a aguantar la respiración o a descender en profundidad.

    Apnea deportiva: concentración y soledad

    Miguel Lozano describe así los beneficios y sensaciones que reporta esta disciplina: “La apnea deportiva conlleva mejoras en la flexibilidad diafragmática y músculos intercostales, y eso conduce a una mayor relajación física y mental. Es un deporte con un componente alto a nivel mental. Se requiere mucha concentración pero también capacidad de evasión, disfrutando del placer de moverse en el agua. Estar abajo te reporta una gran sensación de soledad, y una concentración tan alta que hace que solo exista eso que estás haciendo. A nivel fisiológico todas las adaptaciones son positivas. Y como cualquier deporte, en la élite, la práctica extrema puede ser que tenga algunos inconvenientes”, reflexiona Lozano.

    Comparte este razonamiento Francisco de Asís Fernández, doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, especializado en la fisiología de la apnea y su entrenamiento. Su trabajo Periodización del entrenamiento de la apnea fue el primero de esta tipología realizado en España. “Al practicar la apnea se mejora la capacidad de aire que entra en los pulmones y el oxígeno y CO2 que se puede difundir. Al ser un ejercicio de hipercapnia (cuando tienes demasiado dióxido de carbono -CO2- en tu torrente sanguíneo) mejora el sistema aeróbico y anaeróbico, los sistemas energéticos por los cuales producimos energía”.

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