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Rubén Castro no seguirá en la UD Las Palmas

Envió un burofax por el que hace efectiva su salida y queda desvinculado del club, en el que todos esperaban esta noticia 

  • Radio Marca
  • Archivo
  • Rubén Castro ya no es jugador de la UD Las Palmas. El futbolista envió a las oficinas del Gran Canaria un burofax mediante el cual oficializó que hará uso de su cláusula liberatoria para rescindir su contrato, prorrogable un año más en caso de que así lo hubiese querido. Rubén tenía de plazo para comunicar su decisión hasta comienzos de agosto y cumplió en tiempo y forma, algo que, por otra parte, no pilló de sorpresa a la dirección deportiva, que ya esperaba este desenlace. Luis Helguera conocía de boca del propio delantero que su voluntad de no aceptar más rebajas salariales, algo inevitable, tanto en la UD como en el resto de equipos, por la crisis del coronavirus.

    Rubén ha pedido a Bahía, la agencia que le representa, que explore las opciones que pueden surgir en el extranjero, incluso sin descartar China, país en el que ya tuvo una breve estancia profesional y en el que se siguen ofertando condiciones sin competencia. Cumplidos los 39 años, el isletero sabe que está ante su último contrato profesional y, con un par de temporadas por delante que calcula completar antes de la retirada, salir de España está ahora encima de la mesa. La posibilidad de permanecer en la UD ahora está descartada para él, por mucho que le hayan dicho que le esperarán y tendrá sitio si no encuentra una ubicación que le convenza.

    No por esperada duele menos la salida de un futbolista que es pieza capital en la pizarra de Mel por su fiabilidad goleadora (30 goles en las dos últimas campañas y habiendo superado una operación con cuatro meses de baja en el último curso) y ejemplo profesional. Tras forzar al límite y jugar con dolores, pagó de su bolsillo la intervención quirúrgica a la que sometió en Finlandia el pasado otoño para regresar antes, protagonizó una convalecencia ejemplar y siempre y transmitió en el vestuario carácter ganador y compromiso. O lo que es lo mismo, un valor tangible en el campo e insuperable, también, cuando no se calzaba las botas.

    «En nuestro debe está el no depender tanto de Rubén en lo relacionado con el gol», aseguraba el técnico en sus previsiones para lo que viene en el calendario 2020-21, lo que queda ya en nada por la marcha consumada del isletero, luego de haber completado, en dos ciclos diferentes (2000-2004 y 2018-2020), seis campañas en la primera plantilla.

    Ante este panorama se impone la búsqueda de una referencia fiable en el frente ofensivo, misión compleja por la situación financiera de la UD y que le obliga a recurrir a cesiones o jugadores libres, un escenario en el que no abundan, precisamente, los especialistas de área que garanticen las estadísticas que siempre figuraron en el casillero de Rubén. Entre otras gestiones, se insistirá con el Betis por Juanjo Narváez, por quien se pretende otra cesión, aunque los pretendientes del colombiano, revalorizado tras el último curso, encarecen las opciones.

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