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Melania Cabrera, una lanzaroteña que triunfa en el balonmano nacional

La conejera debutó en Liga Guerreras Iberdrola disputando los dos derbis 

  • Radio Marca
  • Archivo
  • Melania Cabrera (Arrecife, Lanzarote, 11/11/2001), se sumó este verano al proyecto del Salud Tenerife para su equipo en División de Honor Plata pero ya ha tenido incluso la oportunidad de debutar en la Liga Guerreras Iberdrola, la élite del balonmano nacional femenino.

    Con unos primeros minutos en el choque de hace solo un par de semanas ante el Zonzamas en Lanzarote y otros cuantos este último en Gran Canaria frente al Rocasa (marcó un gol), Melania acumula por tantos dos experiencias en derbis canarios en estos primeros instantes en la categoría reina, cumpliendo con su debut uno de sus principales sueños.

    Debutar “es una experiencia muy chula y más siendo derbis. Quiero ayudar al equipo en lo que pueda”, señala Melania en los medios oficiales del club. La central tiene claro que siempre es bueno “ir cogiendo confianza. Soy jugadora del equipo de Plata y ahí juegos muchos minutos que me sirven para cuando subo al primero”, como destaca una jugadora que tiene claro que es una “una jugadora joven y todo lo que me dicen lo absorbo para mejorar y sumar experiencias”.

    La conejera explica mejor de dónde viene y cuáles son sus primeras sensaciones como blanquiazul. “Empecé con 4 años en el San José Obrero en Lanzarote. Tenía que hacer las prácticas de Magisterio en Tenerife por lo que vine aquí y había un lugar en el Salud Tenerife” y se define como una extremo “aunque Óscar Pacheco me está poniendo de central, donde sí jugaba de más pequeña. Creo que tengo un campo de visión amplio, me gusta mucho jugar con el pivote, salir a los impares en defensa para poder robar balones y correr a la contra”.

    Con ilusión expone que no estaría mal “quedarse en el primer equipo, siempre hay que apuntar alto”, explicando qué grupo humano se ha encontrado en el Salud y con el entrenador Óscar Pacheco: “Me voy relacionando con las chicas. Es muy  importante porque si ha conexión fuera del campo, la habrá dentro. Ya conocía a algunas jugadoras de jugar contra ellas. La relación con Pacheco es buena. Me dice que tenga confianza en mí misma, que puedo ser una gran jugadora  si me lo tomo en serio y sigo entrenando así”.

    Del salto de categoría le ha sorprendido “la madurez que tienen jugando, su rapidez para mover el balón y la cantidad de jugadas que tienen preparadas”, pero garantiza que si entrenan “duro y mejoramos, creo que podemos estar más arriba, luchando por puestos altos”.

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