Sin público, el Cabildo sigue castigando a la UD Lanzarote
La directiva comenzó los trámites para el regreso del público el miércoles a la Ciudad Deportiva pero el Cabildo dijo "no" sin argumentar por qué
La UD Lanzarote pese a todas las trabas que se ha encontrado sigue en su lucha, y tras sus últimas dos victorias, el equipo mira con optimismo al futuro. Más no se le puede pedir a este grupo. Sin embargo, el Cabildo de Lanzarote se empeña en poner la zancadilla a su propio equipo. Durante esta temporada deportiva, más allá de las limitaciones propias de cada fase, el máximo organismo insular no ha cedido ni lo más mínimo para ayudar al club representativo de la isla.
Esta vez, en Fase 2, y pese a que uno de los puntos del BOC sostiene que en este nivel restrictivo se puede permitir la entrada del 25% del aforo total, el Cabildo de Lanzarote a día de hoy no tiene pensado ceder y permitir la entrada al público para el partido que mide a los de Josu Uribe con la UD Guía -miércoles, 17:00 horas-.
Su propio presidente, Juan Carlos Albuixech, ha confirmado a este medio de comunicación que en cuanto se descendió de Fase solicitaron los permisos para llevar de nuevo al público a las gradas y el Cabildo se escudó en la famosa "mesa insular del deporte" para dar por respuesta "una negativa rotunda". Además, desde la directiva añaden que en su defensa no pudieron argumentar ningún motivo y simplemente dieron el no por bueno; por que sí.
Incluso las medidas de al UD Lanzarote iban a ser más seguras que las que exige la propia Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Se iba a ampliar la distancia de seguridad de 1,5 metros a 3 metros y además no se iba ni tan siquiera a llegar al 25% del aforo. Que se podría.
La UD Lanzarote espera que en las próximas horas se pueda llegar a un acuerdo para permitir la entrada de aficionados porque según comenta el presidente de la institución, este aspecto está afectando mucho al equipo negativamente. La falta del público obviamente hace que la escuadra rojilla compita en desventaja -el pasado sábado en el Municipal de Los Olivos de Gran Canaria pudo entrar el público con las medidas pertinentes- y además, el "grave daño económico donde se están perdiendo unos 75.000 euros en taquillas".
